sentado en la parada del autobús que hace años que ningún autobús
visita, sigo esperando que alguien venga a buscarme.
las cenizas de los taxis, mis cascos arañando mis nervios
con sus terribles uñas de jazz.
desgastando estrellas escondidas en rincones. heroína.
mi capucha negra, las lascivas puñaladas de la
inestabilidad.
el depresivo tacto de lo efímero.
la gente me mira, debería levantarme, pero mis piernas están
cansadas.
los lobos componen con tu sudor el himno de lo indomable.
la cirugía de un orgasmo, amnesia en los pulmones.
tal vez, cuando todos los niños se hayan dormido y la marea
salga disfrazada con chándal y tanga, descubra que vivo en la realidad
equivocada.
la realidad que ningún poeta nunca quiso vivir.(La Danae - Rodin) |
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