lunes, 26 de septiembre de 2016

UN HOMME QUI DORT (BERNARD QUEYSANNE)

la no-acción
contra toda forma de movimiento
basicidad más básica
formas perfectas de la negación
simplicidad más simple
meditación apocalíptica
todos tus órganos se suicidan
muerte a la imaginación
recrearse mirando una pared blanca
muerte a la sorpresa
dejarse caer y rasgar tus tímpanos
muerte al azar
no dormir
no estar despierto
no comer
no tener hambre
no beber
no tener sed
quirófanos cuadrados de puro hastío
no acordarse de la risa
un manifiesto contra el pestañeo
imagenes inconexas que no eres capaz de procesar
la razón se mudó
la plenitud tumbado en una cama
éxtasis de la nada
todos los colores son distintos tonos del negro
el olvido te presta su mano
no existe dios ni yo tampoco existo
el tiempo mastica más tiempo
fe en el vacío
sarvakarmafalatyaga
desapego del fruto del acto
orgasmo estelar con la boca seca
pulcra suciedad
no asustarse, no amar
geometría más tierna
no entiendo la ciencia
nunca he entendido un poema
yo soy el único ser
y ni siquiera soy
guerras de pura paz
engañar al engaño
no volver a despertar
no saber qué es despertar
la carne nunca más existirá
el paraíso es aquí y ahora
silencio, muerte y aburrimiento.

Elena Asins

sábado, 24 de septiembre de 2016

COLUMPIOS DEL LIBIDO MORIENDI

en la avenida donde estuve escondido durante días
siglos
segundos
llantos
muertes
se formaron huracanes
de bilis y líquidos raros que salen de los poros de los locos.

tuve que naufragar con mi barca
hecha principalmente de macarrones y tristeza
y ante mis gritos y orgasmos de dolor
los lobos vinieron en mi ayuda
pero aullaban tan fuerte
y yo tenía tanto miedo
que decidí saltar de la barca
emulando a pessoa
con los nudillos triturados en sal
y los ojos reventados por las cuchillas
que se esconden en las venas de los huérfanos.

el frío reventaba violinistas
que destrozaban sus arcos
en los ríos nucleares del suicidio
mientras la diosa con tendones en las muelas
dormía apaciblemente en todos vosotros.

yo aún era un niño roto de oscuridad
más solo que el propio vacío
que jugaba en el parque
con cabezas de cerdo y muñecos de plastilina
por eso
decidí sumergirme
esta vez de verdad
con el raciocinio más tierno
en las alcantarillas temblorosas de la sangre
para que nadie pudiera nunca
quitarme mis juguetes.

Munch

domingo, 18 de septiembre de 2016

MALENTENDIDO CON DANTE.

mi bosque negro
se espande por todo un valle de venas rajadas
estrellas suicidas y afónicas
escondidas, agachadas y putrefactas
se ahogan en neones poco imaginables
tremendas locuras del yo y del frío
la cintura del vacío que calienta mi mano amputada
el dolor te enseña a bailar sin música
la no-acción de los granjeros
era una carta escrita al temblor del oeste
lucha contra las hienas con los colmillos llenos de ampollas
líquido de piedra, sarnoso y mecánico
yo trabajo de asesino y de caperucita
gasolina en la hiedra
arrebato sifilítico y tiernas tetas cortadas alimentando a orugas
impunes los treinta representantes de la risa
la noche es el entrenamiento para la muerte
deslizarse por las costillas
estallan encías y mi mano se derrite en tus ojos
la nada es mi guía
las calaveras entraron en mí
primer aviso: yo siempre lluevo.

Piet Mondrian

viernes, 2 de septiembre de 2016

ORGÍA SUPRALUNAR

raíles en la madrugada
la gravedad se funde y se traduce en plasma
el tiempo se oscurece llegando a tomar distintos tonos de muerte
400 camioneros se dirigen a bagdad con camiones llenos de cábalas
estático crepitar de los tubos de escape
el gutural grito del amanecer ha espantado a una manada de pulpos
la cortante risa de los visigodos que beben café donde yo compro el pan
trece, seiscientos quince
la purga de los príncipes que beben agua en una piscina pública
la biblioteca ha ardido esta noche
el dolor formó una figura inconexa y trémula, y ahora se esconde debajo de mi cama
laboratorio de los niños que saltan por la ventana
tumbados boca abajo duermen los seres de humo
canción sobre la eternidad del místico
turbantes y cadenas en el pequeño poemario escrito por jorge de capadocia
vacío como una enana blanca
desgarrado como el ocaso
las personas se dirigen a trabajar
la redención de los escépticos proscritos
las fresas nacieron negras
armado hasta los dientes sólo me dedico a negar la existencia
la gente cuando bajan las persianas se lava los ojos con lejía
nebulosa de gallinas degolladas
la densa grasa brota de la laringe
pirámide de necrosis
los caballos no se atreven a entrar a mi cuarto
los perros no aullan porque están muertos
el río huele como la derrota
el piso más alto de la torre más alta
la maldad sólo está en las avenidas
los vivos no entran a mis bosques porque hay un guardián que no habla ningún idioma
voy a dejar que mi cuerpo se contraiga hasta el desconcierto y la calma
voy a encontrar diferentes texturas del silencio.

Rembrandt