PARA COURTOISIE LAMPARDIEU DESDE EL COLMILLO DE MI GRAN PANTERA CERÚLEA

Una foto manchada por la desidia

Recorre tu más sincero odio,

Recuerdos azules en tu gran ojo

Escribanos bohemios entre caucho

Olvidados por un trozo de fea mariposa.

Palomas cojas como el filo de mi navaja

Hercúleos carruajes de oro persa

Eunucos bailan en ríos de semen violeta

Llora, Señora Muerte, llora entre reflejos masoquistas.

Sin destino corres, tú; mi más fiero amigo, entre iracundas carcajadas

Vuela libre, joven enamorado de la locura

Vuela y mata faraones con muecas carnavalescas

Eres la más bella codorniz volando entre humo y gritos viscerales.

Melancólicos tigres tiran de tu diván

Te encuentras entre moribundos niños jugando con tetánicas mujeres

Bellas todas ellas          

Muertas todas ellas

Cuenta en tu demencia lo que el gran títere negro

Nos oculta entre águilas de fecunda carroña.

EL SUCIO Y ANGOSTO ESTUDIO DE MONTPARNASSE

Mentes deformes en noches de alcohol

Tu vientre sumido en la locura del silencio

Ojos rojos y boca estúpida

Mucha gente en camisón de hierro.

Te quiero en grandes punzones de dolor

Mando cartas con destino alambrado

En bellos caballos de la noche

Junto a una pequeña píldora vacía

En la boda de la muerte y su acorazado rey de la demencia.

Muere, cerebro del gran tractor

Muere y déjame paso en la gran fiesta del jazz.

NOCHES DE INSOMNIO SOBRE LOS BRAZOS DE ANDREAS LUBITZ

Figuras de cera en fiestas del yogurt

Caravanas de grandes navíos plañideros

Verjas de sucia marihuana podrida

Pescadores ebrios y fanáticos de Satanás

Luces en campos de trece colores

Piedras pesadas para caras bien formadas

Pesadillas correctas en bosques de plumas

Rueda por el río pequeña barba

Dispara a zapatos manchados de tierra

Gradas de dinero en planchados pantalones

Mírame y mírate dentro del fuego

Vodka brotando de cuadros de mimbre

Figuras amoratadas y relojes muy cortos

Vuélate y vuélame en piscinas de coronas

Números en grandes calvas cancerígenas

Liceos de creencias y pelirrojos con bigote

Bellas muchachas con carteles sucios

Margaritas con flores de barraca

Y orquídeas con pétalos de cocaína

Rompe con tu rabia gran pensador

Embárcate en mi moto de luciérnagas

Y no llores cuando el final sea sueño.

NO RIÁIS EN CAFÉS DE LA PERIFERIA PARISINA

Ojeras desmayadas por derretidas arenas

La pradera del perro sin ojos y sin zapatos

Toso bicicletas sin miedo a desmesuras

Cárgame de raíces cuando la tinta duerma

Música en pequeñas estatuas de azufre

Pestañas desgarradas y sudorosas mentes

Cuelga del árbol aquella espantosa marcha

Que se enciendan todas las feas palomas

No robes en mi escuálido templo rojo

Colgantes de perfume en reinos marroquís

Chupa todas las saladas piedras de marfil

No nades en encías de desiertos de gasolina

Llama al príncipe de la hueca miseria greca

Profana toda temprana alcantarilla sangrienta

Es difícil pintar la fría pasarela del alma de cristal

Bozales en minotauros llenos de granos de piedad.

ESTACIÓN DE TREN EN MUERTOS RELOJES DE ARENA

Canicas metálicas surcan las ciudades

Pelucas que no corren agrupan mineros

Rómpeme el cartílago sucia barandilla

Horrible paisaje sin musulmanes

Camisón vestido con sucios herejes verdes

Miopía testicular cuando el naranjo sufra

Cálmame la sed con pequeños pelos de lobo

Risas y frenesí en noches trotamundos

No pases por el gran edificio gris

Ladrillos y cantares canosos despiertos

Lucero del Alba con muertas mariposas tristes

Gran pantalla de mundos totalmente porosos.

PASEO ANTES DE LLEGAR AL PARAISO

40 barcos volaban por puentes elocuentes

Disparaban a ángeles de oscura melancolía

La espuma del reloj por fachadas caía

Mientras el borracho rezaba al sol poniente

Un balancín de peluches cordobeses

Juegan con mentiras en grandes balcones

Es la piel que con tu locura meces

La que al desgraciado peregrino adormece

El humo de aquellas indígenas cortinas

Que en grandes salones tristemente prostituían

Son tormentosas imágenes flotantes

En feudos de túneles errantes

Raíles llenos de deprimentes marionetas

Que huyen ebriamente lentas

Cuelgan de escaleras tercas y tuertas

Con 40 barcos volando por puentes Cretas.

LA PEQUEÑA ODISEA DE SCOTT FITZGERALD

Nadie habla de Jesucristo en el Parnaso

Todo son gritos famélicos y dionisiacos

Balada de batutas colgadas en ramas

Huevos podridos en grandes bolsas

Miguel Ángel se masturbó en la Capilla Sixtina

Dalí defecó sobre El sueño causado por el Vuelo de una Abeja

Da Vinci chupó los pechos a la Mona Lisa mientras Salai miraba

Bernini lloraba teoría masónica cuando esculpía el David

Ranas y alfombras persas crean terremotos

Geógrafos del alma esconden poemas

Sígueme hasta la cueva del arquitecto

Grandes esculturas de vísceras hallarás.

LA MAYOR TRAICIÓN DEL ALMA A LA MÚSICA

Cariátides de mentiras misántropas

Novela en blanco manchada de huellas

Presocráticos gritos avaros en París

“Mentira, bésame el barro”

Divanes de depresión, época azul

Minúsculas gotas con forma de rinoceronte

Cine en iglesias turquesas

“¡Basta!” gritaron los grandes Lagos

Relojes con tinta de encéfalo

Porno y mujeres vestidas.

PALACIO DE LA SABIDURÍA Y EL MAL

Una bandera inocente y lúgubre

Preside el palacio de la Sabiduría y el Mal

Un hombre vigila entre gritos

Un gran tridente lo defiende con la cabeza del Papa sobre sí.

Llueve sangre de mármol sobre las paredes

Hadas y estúpidos negros gnomos salpican semen.

Cae la noche sobre el palacio

La más hermosa sonata de Tartini suena

Perros con marineros en los ojos ríen

Surrealistas palmeras con miembros amputados como fruto

Cuevas y galerías de miseria fantástica

Crematorio de pequeñas tribus satánicas

Una cabalgata de santos putrefactos acecha

No pueden entrar, pues, la reina Sabiduría los atormenta

Camellos y exóticos violines gruñen profecías

Caronte y su más fiel rata vomitan Poesía

La orina transformada en macabras damas

Pechos de zafiro y cadenas desnudadas.

Cuidado.

ODA A LA SOMBRA

Lúgubre y putrefacta reina turca

¿Por qué me sigues inmunda sombra?

Deja de hechizarme con tu humo violeta

Eres carnívora y ociosa como cueva de pianos.

Eres rápida y estúpida como el silencio

Violo a tu esclava la luz en oscuras melancolías

Deja de sonreír en aquel alejado templo

Grita: “¡Mañana oro será la mentira!”

Mastúrbate ante tu pequeño diablo

Mírame cuando las mentes solo sean locura

Malhumorado rincón lleno de sucias meretrices

Déjame, vieja sombra, déjame libre.

CAE CENIZA SOBRE ARTEMISA

Que no te de asco lo oscuro

No temas a caramelos entre barcos fecundos

En el parnaso de tu locura no existe el odio

La miseria del poeta es carne olorosa

Soñador de tus grandes valles

Deja que caiga la lluvia

Tangos de barcos hambrientos

Son pequeños vasallos los que lo construyen.

AFRODITA NAVEGANDO POR EL RÍO SENA

No cierres los ojos de esa locura

Pues el más bello pájaro muere incendiado

¿Por qué sentir el aire del manicomio?

No llores, deja de llorar

Que vengan los faraones manchados de arena

El destino del estruendo

Grita en esa esquina

Grítame lejos, grítame cuerda

Sé salvaje gran amatista de sexo

Oro entre grandes máquinas

Espasmos de calor entre silencios muy cortos

Eternidad del poema

Del poeta

No mires al cristal

Es silencio lo que mi mente oculta

Llueve y la hormiga no tiene sangre en los ojos

Está sucio el camino a la vida cuerda

Vuelve a mirar al ermitaño.

CABALGATA DE LAS VALKIRIAS

Estruendos por qué calláis cuando os necesito

No me olvido en mí mismo

Compasión, mentes solitarias

Caníbales del alma

Esta fiesta del disfraz sólo representa miseria

Come un niño con aspecto silencioso

No llores cuando huya el lobo

El fuego ilumina tu locura

Redobles de silencio

Calla

Más ruido

Gracias Richard.

REINA DE BELCEBÚ

Un planeta cuadrado en medio de tus piernas

Llora saliva cuando el menstruo no te calme

Canónigos cantan canciones al son de los negros en Cuba

Calma al pianista del palacio solitario

Cuando la balada solo sea mentira y el odio no llegue a gangrena

Deja que los estúpidos lloren

Perfección

Pureza

Llórame entre campos de manos afiladas.

EL RÍO AZTECA

Secretos entre caballos con voz torcida

Escultor manco sin tripas de zafiro

Nada más que negros gritando “Viva la inteligencia y viva la muerte”

Cabalgatas de fantasmas famélicos

Lirismo

Páncreas dolorido y solitario por capricho del cerebro cerúleo

Cascadas de agua envenenada en gritos

Libertad

Placenteros monjes sin cabeza

Miénteme y dime qué es aquello.

Cállate con esa boca de palabras

Miénteme espejos de mentiras

Sexo entre semen de hormiga

¿Por qué te horrorizas, esclava?

Contén mi corazón entre hielos y cárgame de ira cuando la pantera entre a mi iglesia

Astrología

Miénteme, vamos, miénteme.

X.

Con un racimo de flores de zafiro

Persigo niños que gritan barbaridades

Pájaros estáticos en mi cabeza

Un poeta solo entre sueños de metal.

¿Por qué las canoas de gasolina no tienen pulseras en los ojos?

El pájaro azul de nuestro interior como dijo Bukowski.

Es amor lo que el odio saca de una larga hilera de manos erráticas entre víveres podridos.

Eres tú la que acompaña al gran saxofonista en sus baladas de tristeza

Baladas que acaban con gritos en los ojos

Con pequeños puñetazos de lagarto entre helechos de miedos y sueños.

DOS PERRITOS FALDEROS EN UN LARGO TÚNEL

Un camaleón largo como pendientes de sauce

Se disfraza de cielo turquesa cada vez que llora.

Son horriblemente diabólicas sus muecas.

Su corona de espasmos decora el templo

El cual sirvió de refugio a los perros cínicos

En épocas donde la absenta era sueño del poeta.

Mis gritos de deseo lloran por paredes frías

Son tan blancos que hacen gemir a las vírgenes.

Por eso, cada vez que recuerdo a la reina celta

El mayor de mis fuegos nace para después morir

En el recuerdo de millones de pájaros cantores

En una sucia habitación manchada de menstruo.

TERRONES DE AZUCAR

Terrones de azúcar caen del cielo

Mientras los niños gritan “Belcebú, Belcebú”

Un juez con forma de canoa los mira

Con ojos de serpiente violada

Con ojos de cuadros de plastilina de oso

Con ojos de pozos de mentiras cerúleas.

Por eso, el Deseo, sueña con el juez

Sueña con bañarse con él en el río Estigia

Sueña en comer desterradas saladas tierras

Sueña en pirámides de nieve de jaguar.

Terrones de azúcar caen del cielo.

DESEO

El ciego acordeonista de mi soledad

Bebe, fuma, ríe

El ciego acordeonista de mi soledad

Es un caballo moribundo.

¿Por qué los misántropos niños lloran?

Los galeones persas gritan:

“que huya, que huya el Odio”

Una nana diabólica en medio de tus piernas

Oh, reina celta, haz que mis ojos de pulseras

Dejen de disparar gritos.

ES ELLA...

¡Es ella, sueño de todo poeta!

La que amamanta la mano que acaricia la locura

¡Es ella, sueño de todo poeta!

La que labra jardines de serpientes apestadas

¡Es ella, sueño de todo poeta!

La que ama a hombres con pulseras en los ojos

¡Es ella, sueño de todo poeta!

La que desangra palacios de emperadores Asirios

¡Es ella, sueño de todo poeta!

La que cocina nuestra cabeza en ollas de hastío.

MI SOLEDAD

Mi soledad es un galgo

Que corre por desfiladeros de manzanas

Que juega a matar con hombres color amatista

Y que esculpe fuego en mármol de Carrara.

Mi soledad es un ventrílocuo

Que habla en idiomas extintos con Faraones

Que sueña con gordos curas decapitados

Y que persigue pequeñas hormigas con forma de grito.

Mi soledad es La Oscura

Que pide pan a moribundos borrachos

Que acaricia sus pechos manchados de cloro

Y que reta a Sócrates a un duelo con perfume olor azufre.

POEMARIO

PODÉIS DESCARGARLO GRATIS AQUÍ :

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LAS RATAS MENSAJERAS [Y POR LO TANTO OBSERVADORAS] CON OJOS ROJOS Y EL KELLIOAK

Las dos humildes ratas con ojos colorados, eran simples mensajeras –aunque el sombrero de policía de una de ellas resultase cómico. Cuando analizaban a la gente que no los miraban, sentía como una gota al caer al suelo expandíase hasta quedar completamente exhausta. No eran las gafas que llevaba el señor de sujetador de batuta grandes, sino más bien las filas, que, pensándolo mejor, sólo servían para separar lo que una vez alguien inventó, digámoslo, por casualidad.

Las ratas, con ojos rojos, siguieron su camino de mensajeras, y por lo tanto, observadoras. El astro desde que un ser llamado Kellioak les miraba, sólo era preludio de lo que tras estirar el largo pelo de una dulce infanta quedaba. Los labios de color rojo sangre del Kellioak no les resultaban cómodo, ni que hablar de familiar, a ninguna de los ojos rojos. Entonces, simplemente escuchan.

Al no entender el sencillo paso de abrazar que el Kellioak intentó, el astro quedó para el recuerdo de lo que una vez dos ratas mensajeras y por lo tanto observadoras, con ojos rojos  soñaron. Era tan simple como abandonar el sentido de ese camino, tomando, cómo no, el más sencillo.

¿Por qué humilde sencillez?

Tomad, compatriotas, bebed de su manantial,

es sólo el inicio.

DESDE LA BIBLIOTECA

Desde la biblioteca

En mi asiento de tapiz sangriento

no más cómodo que el suelo

observo y callo.

Miro como los años son presentes abajo

y arriba la necesidad es imperante.

Por la ventana, un dragón

actualmente piedra, por lo menos parte de él.

Cola de vómito póstumo

y en su vientre felicidad contrastada con años.

TEMPLO KHUTHULU

Imperantes aplastadores de sueños

un siniestro ente los guía

por un desagradable pasillo

un tanto frío para ser agosto.

El niño, que una vez fue soñador de vivir

ahora es soñador de soñar,

convencido, por otra parte, de la razón que guía Lucifer.

Él no conoce el sitio

porque a pesar de vivir allí

es desagradable la sensación de recordarlo una vez fumigado.

Por eso, olvida.