martes, 24 de marzo de 2015

ODA A LA SOMBRA

Lúgubre y putrefacta reina turca
¿Por qué me sigues inmunda sombra?
Deja de hechizarme con tu humo violeta
Eres carnívora y ociosa como cueva de pianos.

Eres rápida y estúpida como el silencio
Violo a tu esclava la luz en oscuras melancolías
Deja de sonreír en aquel alejado templo
Grita: “¡Mañana oro será la mentira!”

Mastúrbate ante tu pequeño diablo
Mírame cuando las mentes solo sean locura
Malhumorado rincón lleno de sucias meretrices
Déjame, vieja sombra, déjame libre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario