Una bandera inocente y lúgubre
Preside el palacio de la Sabiduría y el Mal
Un hombre vigila entre gritos
Un gran tridente lo defiende con la cabeza del Papa sobre sí.
Llueve sangre de mármol sobre las paredes
Hadas y estúpidos negros gnomos salpican semen.
Cae la noche sobre el palacio
La más hermosa sonata de Tartini suena
Perros con marineros en los ojos ríen
Surrealistas palmeras con miembros amputados como fruto
Cuevas y galerías de miseria fantástica
Crematorio de pequeñas tribus satánicas
Una cabalgata de santos putrefactos acecha
No pueden entrar, pues, la reina Sabiduría los atormenta
Camellos y exóticos violines gruñen profecías
Caronte y su más fiel rata vomitan Poesía
La orina transformada en macabras damas
Pechos de zafiro y cadenas desnudadas.
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