domingo, 14 de junio de 2015

CAMA DEL MOTEL DE CARRETERA

Pasaron noches de olvido entre la ubérrima paz,
el porno y filosofía de barras de burdel
-cayendo por fisuras de sangre y algodón-.
Por mis venas corrió el vómito de la luna
cuando los estertores de tus párpados
huyeron del ingrávido espejo de mi memoria
pasando por el lavabo de miles de bares
para posarse en la catártica ambrosía del pasado
como una inmaculada vértebra del recuerdo
sólo paliada con el perdido beso de la muerte
y los miles de huracanes silenciosos
dormidos en la cama del motel de carretera
que es este poema.


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