lunes, 8 de junio de 2015

LA FILOSOFÍA YACE EN UN ESPEJO

En el ocaso de tus inviernos explotan mis venas
como los océanos llenos de peajes de lágrimas,
hoy es lunes en tus labios tallados en luz,
quimeras y babosas que mueren en mi pecho
convertidas en porno en forma de cruz.

Así fue como robé la poesía del mercadillo
la convertí en suavidad y en tormenta,
la arropé con la negra túnica del desamparo
y la vomité envuelta en sangre sobre tu cuerpo desnudo.

No es mentira lo que los latidos cuentan de mí,
una vez fui una huella de un niño sobre un cristal,
pero ardí en la etílica fe del asfalto,
me comí el cáncer que nació en el hielo,
y no supe volar en la espina que me hizo sangrar…


No hay comentarios:

Publicar un comentario