Creí creer que los corazones eternos morían en mis ojos…
Un cuchillo brotaba de una maceta llamada Libertad, adicto a
las sonrisas de ultratumba
Ya me dijeron “…esa botella está llena de soledad…” y no les
hice caso
Perdí una mochila con un libro de Pasolini dentro, el viento
me recordó a la playa de Ostia
Qué grandes poemas se escribieron cuando el sol dormía en
nuestras calles
Sé que Jim Morrison me escucha, sé que Ian Curtis me lee
Sólo queda una mente a la que vomitar mis poemas, recuerdo
aquella película de Buñuel…
Amigos mataron mi recuerdo, comprendí que soy de moral y
depresión epiléptica
La rabia y la filosofía barata alimentan mi insomnio, me
estoy desnudando queridos
Otra noche más jugando con mi muerte, una visión llena de
metáforas rotas
Mañana follaré con ella, sé que el verano traerá la más
bella burla al aislamiento…
Cierro mi lobreguez hasta mi próximo desmayo de dolor, deja
de pensar en mí…
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