LOS BOHEMIOS

Los chicos sin rostro de las ciudades

Idos y hechizados por la noche

Dormían en los jardines de la literatura

Nadie tenía nombre

Todo era falsas profecías paganas

Nadie tenía huellas

Sólo colas de mono en forma de víbora

Nadie tenía casa

Sólo delicados manicomios del arte

Nadie comía

Sólo soñaban con el veneno

Todos eran amigos, reyes, amantes, vástagos, hermanos o asesinos

Pequeños infantes del desprecio

Marionetas comidas por el canto de miles de ángeles borrachos

Nadie saboreaba las pollas más dulces y putrefactas del destino

Marchaban, raudos y locos

Como Saturno ensangrentado lo quiso.